Concurso de ideas para el nuevo diseño urbano de las plazas del salvador, del Pan, de la Pescadería, de la Alfalfa y sus entornos
Sevilla, 2004
Superficie: 5.500 m²
Presupuesto: 1.141.500 Euros
Cliente: Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla
Sevilla, 2004
Superficie: 5.500 m²
Presupuesto: 1.141.500 Euros
Cliente: Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla
Cuando asistimos a la disolución de las ciudades por crecimientos exacerbados, a la pérdida del espacio público a favor de recintos privatizados, centros comerciales que invaden enteras porciones de ciudad, el casco histórico se convierte en un patrimonio de absoluta unicidad y escenario de la vida política, de sus actividades cotidianas y de sus tradiciones. Frente a la especialización de los lugares, la ciudad histórica como modelo de flexibilidad, y versatilidad del espacio: plazas y calles que puntualmente se disfrazan para responder a eventos, mercados y fiestas. El disfraz es máscara social y ritual para conectar con la memoria del lugar su proyección al pasado y su proyección futura.
Las cuatro plazas objeto de este concurso forman parte de un tejido singular en el Casco de Sevilla caracterizado por haberse generado desde los vacíos (a diferencia del resto cuyas calles o plazas surgen de las cesuras de un tejido compacto) es decir Foro romano, un cementerio, etc. que ocupaban parte del área. Estas consideraciones nos llevan a la idea de un tratamiento unitario para conseguir una concatenación de espacios sin solución de continuidad: pavimentos e iluminación constituyen los elementos aglutinantes, junto a la alusión a los cuatro elementos primordiales que de alguna manera se relacionan con el carácter sagrado - profano y en cierto sentido ancestral de los espacios (pan, peces, hierbas, etc.). El criterio de sostenibilidad finalmente se aplica como aprovechamiento de los recursos existentes (árboles por jemplo) y potenciación a través de materiales y elementos que permitan un encuentro entre el hombre- ciudadano y un entorno cada vez más artificial y tecnicizado. Pero también sostenibilidad como encuentro sensible y pasional con formas orgánicas que envuelven y responden a una vida fluida y en continuo movimiento.